LIBRE, LIBRO, LIEBRE
Como escritor y pensador yo no puedo estar aplastado
por ideas políticas que, me sitúen a ultranza, bajo las siglas de esta o
aquella casa política. ¡No! ¡Yo soy libre! La libertad es imprescindible y
fundamental en mí. Aunque mí idioma de leche es el gallego tampoco tengo porque
serle fiel. ¡No! Yo puedo expresarme en cualquier idioma que pueda manejar con
alguna soltura. Soy libre y la libertad es siempre en mí el bien superior. Por
lo tanto, para seguir siendo libre, debo sacrificar cualquier tipo de fidelidad
absoluta que la reprima. En ocasiones puedo implicarme hasta con alguna pasión
en ciertos temas…si lo hago así, es porque entiendo que tengo derecho a
hacerlo; pero todo, o casi todo en mí, está sometido a revisión… ¡yo no soy una
piedra ni un trozo de hierro de las vías del tren!...mis valores no, pero mis
puntos de vista cambian con el paso del tiempo y la acumulación de
conocimientos…por eso hay que leerme desde la generosidad que a mí me explica,
compartiendo el eclecticismo general que subyace bajo las letras de todos mis
escritos.
Ser libre, romper con lo anterior, iniciar los días
y las horas como un folio en blanco… ¡ese es el objetivo! … Estoy al servicio
de las ideas de mí mente que, cada vez son más eléctricas y difíciles de pescar
en el río mental, que, siempre se muestra distinto como el de Heráclito.
¡Libre! ¡Sin amos! Al servicio de mis propias pulsiones … Búscame en la
curiosidad por la vida natural, por el universo, en mi gusto por todas las
bellas artes… ¡Búscame en esos terrenos! y entonces me tendrás cerca, podremos
hablar, intercambiar opiniones, ser amigos… No me busques en la guerra, ni en
la injusticia, ni en el vicio; por ahí no quiero andar nunca, que, en esas
estancias, todo es demasiado penoso…
La vida práctica, la vida social, el brillo del
poder, todo eso se conjuga muy mal conmigo, que, tantas veces me he comparado
con un petirrojo entre las zarzas de mí aldea alguna mañana aterida de febrero
antes de la fiesta de los nidos… Pero libre sí, libre siempre, hasta el
agotamiento físico y mental, en esta pasión gigante por las letras que, pobres
e insuficientes, casi nunca alcanzan a transmitir en su totalidad, el mundo de
las sensaciones que nos conforman… situándonos así en la vieja problemática del
lenguaje y la filosofía… ¡Libre, libre, libre! Siempre y como decía José
Espronceda, el gran romántico:
Yo indiferente sigo mi camino
A merced de los vientos y la mar
y entregado en los brazos del destino
no me importa salvarme o zozobrar.
Domingo 27 de agosto 2023
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