LA GUERRA ES UN BUEN NEGOCIO
Las guerras fermentadas en las cabezas de los mandatarios por cuestiones diversas: imperialismos de última hora, étnicas, religiosas, fronterizas, nacen todas de la pulsión Tánatos, frente a Eros, de soberbios militares que la aman más que a sus propias mujeres.
Las guerras devuelven el espíritu humano a un escalón previo al homo sapiens, son la quiebra total de cualquier humanismo, cultura o arte. La guerra es el infierno de los humildes y de los niños. La guerra es el dinosaurio de la sinrazón, la crueldad y la derrota de la primavera.
Que no exista en el débil derecho internacional un organismo capaz de hacer transitar los asuntos humanos por el camino del diálogo y la negociación pacífica es la defunción de cualquier tipo de cultura o arte.
Con la actual guerra de Ucrania provocada por la gula imperialista de la Rusia de Vladimir Putin a las puertas de la vieja Europa, todos estamos sufriendo de rebote sus apreturas y actos criminales servidos por los medios informativos a la hora de la pitanza del medio día…es esta una guerra imperdonable que mata, que destruye ciudades, que viola mujeres; una guerra que de alguna manera nos hace más pequeños a todos…
Una barbaridad monstruosa que hace pensar que al final la guerra es un buen negocio para estas economías liberales que contabilizan el esfuerzo de sus masas obreras con indecentes pulsos lumínico informático bursátiles atentos a estados de ánimo, hambrunas, guerras, catástrofes climáticas y otros sucesos imponderables dueños de los coeficientes de ganancias de los mercados de valores…
Mal vamos por este delirante camino, pero seguimos yendo, mientras la llamada ingeniería económica no sea dinamitada por una puesta en valor del ser humano como persona y medida de todas las cosas en este planeta azul enfermo de confusión, velocidad y oscuros intereses manejados por los ricos y poderosos de turno…una guerra en el siglo XXI es como tener un dinosaurio como mascota y dormir con él en la cama…
Jueves 2 de febrero del año 2023
