EL RECUERDO QUE ALEJA.
No más cielos juntos,
si aquellos fueron prueba de fracaso.
La pólvora a la puerta de los labios
mojada de saliva
traicionó la escopeta.
Eran las balas santificantes
a las que se les negó la vida.
Habrían vivido estallando, rompiéndose
y penetrando luego en el vientre
de la embarazada.
No más cielos juntos,
si aquellos fueron prueba de fracaso.
Ni el tiempo tubo agallas suficientes
para hacer olvidar la amargura-agónica
contenida en el filo de las dos espadas pendencieras.
Ni el moho de la vieja escopeta
sirvió de disfraz,
para engañar con las lágrimas
que caían de los ojos.
No más cielos juntos,
si aquellos fueron prueba de fracaso
aunque las mejillas de cera se derriten
en la esperanza del beso,
enseñar los dientes
tras las espadas congeladas
es de hombres.....
Pinchar las yemas de los dedos
y adoptar estructura pétrea
también es de hombres
No más cielos juntos
si aquellos fueron prueba de fracaso.
ALLÁ EN EL CAMPOSANTO
En medio del camposanto
llorando estoy tu amor
en mis manos mantengo la flor
en la cual puse todo mi amor
Entre las hierbas marchitas
dejo la flor, dejo mi oído,
pues no quiero que me repitas
que nunca me has querido
Entre las hierbas de aquel Campo Santo
tuve por ti, mi último sollozo
y ahora heme aquí
libre de aquel calabozo.
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