VIDA PRIVADA
A veces mi
querida mujer me da bastante miedo
como ahora
mismo que está con la Tablet en la mano
repasando el
exacto cumplimiento de las tareas domésticas
de la semana
pasada; tiene cara de fiscal, de inquisidora incluso
plancha, lavado
de la loza, lavadora
paseos con el
perro, aspiradora, débito conyugal
deporte,
lectura, compra semanal…
todo al milímetro
como en una fábrica de artefactos explosivos
me sonríe,
respiro, mi ritmo cardiaco se normaliza poco a poco
creo que no me
felicita porque lo básico es lo exigible y punto.
Ahora estoy
cortando unas rodajas de berenjena
que una vez que
se aplique la grumosa mascarilla facial
se las coloca
sobre los párpados mientras escucha música tibetana
a continuación
se tomará un baño de chocolate negro
que ahora mismo
estoy revolviendo en el cazo sobre la vitro…
A veces mi
mujer distraída me acaricia la cabeza como a un perro
y es entonces
cuando me siento culpable de no tener un rabo zalamero
para hacerle
llegar el mensaje de que soy muy feliz a su lado.
Me acaba de
decir que este año
su grupo de
teatro “Xantipa” nombre de la mujer de Sócrates
va a volver a
representar “Lisistrata” de Aristófanes
le digo que es
una auténtica gladiadora del feminismo
y sigo
acariciando a la gata naranja Linda Minerva
tratando de
ordenar mis pensamientos y mi inestable afectividad.
Sábado 6 de Febrero del año 2021
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