Los inmemoriales montes que rodean este dulce hogar
están mojados y cubiertos de rasgadas nieblas blancas
yo he pasado muchas noches desnudo en su territorio
para hacerme fuerte como un lobo e humilde como ellos
los he oido hablar durante la noche cuando la gente duerme
de los increibles secretos que escoden en su interior inexplorado
ahora sé que mis intuciones fantásticas eran bien ciertas
al observarlos tan serenos recogidos sobre si mismos
en la distancia de un día lleno de luz arrebatadora
que se encuentra siempre en el centro de los veranos
mágicas máquinas de los que hasta aquí llegaron hace siglos
encerradas en su interior como semillas fantásticas
piedras madres de los distintos metales esperando ser útiles
ellos son los montes que han visto hacerme hombre curioso
los mismos que me verán apagarme, siempre mudos en la distancia
siempre colosales, discretos, ausentes, soberbios , magníficos
siempre mezclados con mis huesos , mi carne y mi sangre
siempre hablándome de sus secretos cuando me escapo de noche
de la comodidad de este dulce hogar para abrazarlos desnudo
para amarlos y quererlos como los quiere el lobo
que nació debajo de una de sus colosales peñas.
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